Empecemos el fin de semana con un cafecito bien cargado, que prepare las pupilas para lo que van a fotografiar.
Cojamos los ahorros de la semana, un carro, amigos, un chaleco y un sombrero. Dejemos que las llantas rueden por nuevas calles y el retrovisor recuerde otros paisajes, viajemos 3 horas desde El Centro de la ciudad (New York City) hasta la punta de la isla, (Long Island/ North Folk) deleitemos los ojos que por la ventana ven nuevos colores, al mismo tiempo que a los brazos...abrazando, y aunque nos guíe la voz de un celular, aprendamos a desobedecer sin importar cuantas veces tengamos que redireccionar, y entonces, pintemos el sábado de nuevas reglas.
Contemos la cantaleta de las personas, con el número de tintos que nos tomamos, dejemos que la barba crezca en desorden, que los chalecos se adueñen de nuestro atuendo, que las flores crezcan en su tiempo de-morado 💜 Vamos a sentarnos en donde se apoyan los brazos, y a no tener los pies en la tierra, a reírnos de nosotros mismos, aprendamos a caminar por senderos llenos de abejas que solo tienen ojos para las flores, olvidemos las fragancias que vienen empacadas y que solo se roben las narices aquellas que salen de la tierra, regalemos un dedo a quienes nos comparten el café ☕️ de sus iris, compartamos silla, regalémosle a las pupilas material que puedan degustar y bailemos al son de la-vanda...
Cerremos el día con manos que cargan vasos y que chocan unos con otros, alegres con la vida... y llevemos a casa otra taza de café llena hasta el borde de nuevas historias. Esta fue en los campos de Lavanda @LavenderByTheBay
